(Continuación)
La Soleá Petenera cantada por Rafael Romero 'El Gallina" con la guitarra de Antonio Arenas en 1968, la ejecuta justo despues de cantar el Polo "Soy la ciencia del saber" y la utiliza como soleá de cierre, es decir la 'apola', pues este estilo es uno de los comunes para tal cometido.
El último ejemplo cantado por Manolo Oliver y que este imputa la paternidad a Silverio, es un verdadero galimatías en cuanto a la letra; toda vez que esta no guarda lógica alguna, pues cita en el relato a las ciudades de Cádiz, La Puebla, La Habana y Santo Domingo y no añade más por problemas de espacio. Aunque como nota característica hay que destacar la inclusión del verso '¡Ay! Soleá no pueo más' que indudablemente lo acerca a la Petenera.
Y en Cádiz hice una muerte
yo en Cádiz hice una muerte
la Puebla me sentenció
la Habana pide que muera
(Ay Solea no puedo más)
La Habana pide que muera
Santo Domingo que no
Yo en Cadiz hice una muerte
la Puebla me sentenció
Estilo segundo:
a) Pepe el de La Matrona con Manolo El Sevillano (1947) SOLEÁ PETENERA 2
b) Antonio Mairena con Pedro Peña (1983) SOLEÁ PETENERA 2
c) Rafael Romero con Perico el del Lunar (1958) SOLEÁ PETENERA 2
Rafael Romero (Foto: Paco Sánchez) |
El audio de Pepe el de la Matrona, grabado en 1947 por el profesor García Matos, constituye el primer ejemplo impresionado de este cante, y que este registró con el título de Soleá Apolá. El del 'Gallina', sigue el mismo esquema y temática americana que el de Pericón y de el de la Matrona.
Por su parte en 1983, Antonio Mairena nos legó esta estupenda interpretación titulada 'Subí una alta montaña' donde dota a este cante de un ritmo más vivo.
Con respecto a este estilo, Ramón y Luís Soler estiman en su 'impagable' libro 'Antonio Mairena en el mundo de la Seguiriya y la Soleá', que la formación de este cante se situa en los mismos años que la anterior, esto es (según sus apreciaciones) 'avanzado ya el segundo tercio del siglo XIX..
Añaden más, -que después desarrollaré-, demostrando estos autores, una enorme capacidad deductora:
"Tal vez obedezca a un intento de arropar a polos y cañas, interpretándose como remate de dichos cantes e incluso como preparación de ellos, y quién sabe si como introducción a la petenera. Esto último no resultaría nada extraño ya que viejos seguidores de los cantes de Silverio, y en concreto de éste, fueron Rafael 'El Moreno' y Chiclanita, transmisores ambos de esta soleá que muchos la han denominado con el término de soleá-petenera."
Por su parte -como ya vimos- para Pierre Lefranc, 'La alusión a la petenera, que no se impone, bien pudiera ser una pequeña astucia promocional: un nombre conocido y que cae bien ayuda a promover un producto nuevo.'
Visto lo anterior, procedo a localizar las letras en el tiempo en que fueron conocidas y que deparará no pocas sorpresas.
Con respecto a la relativa a 'Veracruz', la localizo en 1763. La misma se recoge en el 'Archivo Documental Espanol -Tomo XII' y cuenta las andanzas del jesuita 'Ajofrin' a su paso por Veracruz en dicho año y que transcibo a continuación:
'DIARIO DEL VIAJE QUE POR ORDEN DE LA SAGRADA CONGREGACION DE PROPAGANDA FIDE HICE A LA AMERICA SEPTENTRIONAL EN COMPAÑIA DE FRAY FERMIN DE OLITE, RELIGIOSO LEGO, Y DE MI PROVINCIA DE CASTILLA
Salimos de Madrid el día 20 de julio, a las 10 de la noche, el año 1763.
.../...
´Llegamos a Cádiz el día 26 de agosto, por la mañana, y estuvimos hasta el día 8 de septiembre, festividad de María Santísima en su gloriosa Natividad., A este tiempo estaban ya aprestadas para salir a Veracruz con azogues las fragatas del Rey 'Santa Florentina', alías 'La Perla', y 'La Concepción', llamada 'La Dorada'. Seguían también dos navíos mercantes: 'Nuestra Señora del Consuelo', por nombre el 'Oriflame', o 'Soflama', que igualmente iba a Veracruz, y el 'Toscano', que hacía viaje a Cartagena de Indias. A estas embarcaciones escoltaba hasta montar las Islas de Canarias el navío del Rey llamado 'El Guerrero'.
.../...
'Finalmente, dicho día 29 (noviembre), como a la una de la tarde, dimos vista al puerto tan suspirado de Veracruz, y cierto para nosotros que fue cruz, sino alegre dicha, cumpliéndose lo que se canta en aquella copla, que dice: 'Tres cosas hay en las Indias que causan horror y espanto: ni la Veracruz es cruz, ni Puerto Rico es tan rico, ni Santo Domingo es santo.'
Salimos de Madrid el día 20 de julio, a las 10 de la noche, el año 1763.
.../...
´Llegamos a Cádiz el día 26 de agosto, por la mañana, y estuvimos hasta el día 8 de septiembre, festividad de María Santísima en su gloriosa Natividad., A este tiempo estaban ya aprestadas para salir a Veracruz con azogues las fragatas del Rey 'Santa Florentina', alías 'La Perla', y 'La Concepción', llamada 'La Dorada'. Seguían también dos navíos mercantes: 'Nuestra Señora del Consuelo', por nombre el 'Oriflame', o 'Soflama', que igualmente iba a Veracruz, y el 'Toscano', que hacía viaje a Cartagena de Indias. A estas embarcaciones escoltaba hasta montar las Islas de Canarias el navío del Rey llamado 'El Guerrero'.
.../...
'Finalmente, dicho día 29 (noviembre), como a la una de la tarde, dimos vista al puerto tan suspirado de Veracruz, y cierto para nosotros que fue cruz, sino alegre dicha, cumpliéndose lo que se canta en aquella copla, que dice: 'Tres cosas hay en las Indias que causan horror y espanto: ni la Veracruz es cruz, ni Puerto Rico es tan rico, ni Santo Domingo es santo.'
Y es que estas ciudades -antes hispanas-, allende de los mares, han estado siempre presente en nuestro cancionero hasta la pérdida del colonialismo. Concretamente esta tonada estuvo de moda durante todo el siglo XVIII y muy posiblemente, incluso antes. La letra puede que preservara la hegemonía de La Habana con respecto a las citadas anteriormente.
A colación viene, lo aportado por el musicólogo Faustino Nuñez, a un comentario mio en su blog 'El afinador de noticias'.:
"../... Como sabes la petenera, además de melodía, es compás, aire y acompañamiento (armonía). Esos cristalizaron en México (con elementos hispanos, africanos e indígenes rebujaos) y regresaron a España aclimatándose al flamenco mucho después. Las tonadas, melodías, son varias. La del 'romance de la monja del Negro' o 'A la un yo nací' y varias más. Alguna con tremendo aroma antillano ('ven acá remediaora', 'Me acuerdo de ti más veces'). Yo ando aun en la hipótesis, sabiendo que la música ni se crea ni se destruye, sino que se transforma, como la energía."
Aunque desconozco los elementos musicales de esa cancioncilla recogida en 1763, bien pudo servir de embrión de lo que después se bautizó como Petenera. Bautizo que ocurrió en tierras mejicanas sobre música netamente española, sin nombre conocido y cuya música, como bien dice Faustino, regresó modificada, como prueba las distintas noticias localizadas en la Prensa de Cádiz, relativas a la Petenera Veracruzana y Nueva Americana.
Similares letras la hallamos por ejemplo en el Cancionero llanero de Venezuela.
Puerto Rico no es tan rico
como me lo han ponderao
ni Bajo Seco tan seco
ni Apure tan apurao.
como me lo han ponderao
ni Bajo Seco tan seco
ni Apure tan apurao.
En el libro titulado 'Disquisiciones nauticas' de Cesáreo Fernández Duro (1877), también se recoge en la página 175, lo siguiente:
'Cantaban los marineros:
Ni la Veracruz es cruz, Ni Santo Domingo Santo, Ni
Puerto-Rico es tan rico, Para que lo ponderen tanto'.
'Cantaban los marineros:
Ni la Veracruz es cruz, Ni Santo Domingo Santo, Ni
Puerto-Rico es tan rico, Para que lo ponderen tanto'.
Con respecto a la segunda letra (En la Habana hice una muerte) recojo lo aportado por el musicólogo Guillermo Castro Buendía, también en el blog del Afinador:
'Aunque algo tarde, llego y afino algo que pueda servir a los lectores.
La famosa letra que canta Matrona como Soleá Petenera:
En la Habana hice una muerte
La Puebla me sentenció
La Habana dice que muera
La Puebla dice que no
Está con alguna variación en una partitura para guitarra editada por Enrique Bergali (Sevilla) hacia 1899. Dice así:
En la Habana hice una muerte
Veracruz me sentenció
La Habana dice que muera
Veracruz dice que no
Se da el caso de que, además, la melodía de los tercios 2º y 3º de esta soleá, son muy parecidos a los tercios 4º y 5º de esta petenera. Ésto último, junto con la letra, podría indicar que esta modalidad de cante solearero pudo venir del aflamencamiento por soleá de una petenera más o menos popular en el XIX, o al menos de parte de ella.'
La famosa letra que canta Matrona como Soleá Petenera:
En la Habana hice una muerte
La Puebla me sentenció
La Habana dice que muera
La Puebla dice que no
Está con alguna variación en una partitura para guitarra editada por Enrique Bergali (Sevilla) hacia 1899. Dice así:
En la Habana hice una muerte
Veracruz me sentenció
La Habana dice que muera
Veracruz dice que no
Se da el caso de que, además, la melodía de los tercios 2º y 3º de esta soleá, son muy parecidos a los tercios 4º y 5º de esta petenera. Ésto último, junto con la letra, podría indicar que esta modalidad de cante solearero pudo venir del aflamencamiento por soleá de una petenera más o menos popular en el XIX, o al menos de parte de ella.'
Pues bien, de esta letra el primer antecedente lo localizo en la zarzuela titulada 'Los Madriles': pasatiempo cómico-lírico en dos actos y diez cuadros / original de los señores Ramos Carrión y Pina Domínguez ; con música de varios maestros. Esta obra se estrenó en el teatro madrileño 'Príncipe Alfonso' el 17 de junio de 1877, publicándose al año siguiente en la imprenta de J. Rodríguez (Madrid). Transcribo la misma y es curioso como los autores, en vez de Petenera, escriben 'Pertenera' tal como lo hizo en su tiempo Estébanez Calderón en su obra Escenas Andaluzas.
"MANZANILLA. Me llamo Manzanilla, soy clara y fresca 'y he nacio en San Lúcar' de Barrameda. Vaya una caña y verán la alegría que hay en España. '
MÚSICA, PERTENERA.
Señor alcalde mayor
Señor alcalde mayor
no prenda usté á los ladrones
porque tiene usté una hija
niña de mi corazon
que roba los corazones.
En la Habana hice una muerte,
En la Habana hice una muerte,
Veracruz me sentenció,
la Habana dice que muera,
Veracruz dice que no.
Ni Veracruz es cruz,
ni Santo Domingo es santo.
Ni Puerto Rico es tan rico,
¡Ay! Soleá, Soleá
Ni Puerto Rico es tan rico,
Ni la Habana vale tanto.
Eduardo Navarro, Director de 'Los Madriles' |
Uno de los músicos que componen la obra, fue el alicantino José Rogel Soriano y esta es la partitura de la citada 'Pertenera.', que espero que algún amigo, nos la 'traduzca' musicalmente para que los 'profanos' como yo, podamos disfrutarla.
AMPLIACION DE ESTA ENTRADA: Tras publicar este artículo y una vez remitida a mi amigo 'el gallego' (Faustino) la partitura de marras, me envía la misma cantada para que podamos disfrutarla. Muchas gracias Faustino. Tu no te puedes imaginar como te agradecemos los aficionados a este arte, tus grandes aportaciones.
'Pertenera para piano y canto [Música notada] por el maestro José Rogel; cantada por la Srta. López en la Zarzuela en dos actos Los Madriles.'
AMPLIACION DE ESTA ENTRADA: Tras publicar este artículo y una vez remitida a mi amigo 'el gallego' (Faustino) la partitura de marras, me envía la misma cantada para que podamos disfrutarla. Muchas gracias Faustino. Tu no te puedes imaginar como te agradecemos los aficionados a este arte, tus grandes aportaciones.
Faustino Nuñez
'Pertenera para piano y canto [Música notada] por el maestro José Rogel; cantada por la Srta. López en la Zarzuela en dos actos Los Madriles.'
No he encontrado antecedente escrito de dicha letra antes, si algún lector puede proporcionar alguna pista, sera a buen seguro bien recibida. De no existir, es muy probable que las letras citadas, fueran todas populares de Peteneras, que posteriormente se transformaron en soléa, tal como expresó Guillermo Castro.
La Correspondencia de España. 1/7/1877
1877 11 01_La Correspondencia de España
Y para terminar esta larga entrada, me despido con la versión de 'Flores el Gaditano' con la guitarra de 'Salvador Andrades', que a mi entender, es más de lo mismo. Esta soleá es 'hija' de una Petenera y de ahí su apellido. (Gracias por comentar)
He ampliado la entrada para incluir la partitura de Rogel, cantada por el amigo Faustino Nuñez. Muchas gracias Mostro!!
ResponderEliminarMuy currao, Antonio, para leer y escuchar -gracias, Faustino- con detenimiento. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Monte. Es una entrada muy extensa, pero merecía la pena. Un fuerte abrazo
EliminarBonito trabajo Antonio. Todavía hay personas que creen que los artistas del flamenco nunca crearon nada, y que sólo se limitaron a copiar o transmitir cantes. Este tipo de soleá es un claro ejemplo -a mi entender- de cómo se crea un cante flamenco de la mano de un artista con capacidad para ello. Pudo ser Silverio o pudo ser otro, pero está clara la mano de un flamenco en este cante. Un aspecto muy interesante es averiguar cuándo pudo nacer esta variante de soleá, porque en cuanto al desarrollo de estos estilos "apolaos" relacionados con Triana, aparte de Silverio, está el gaditano Paquirri el Guanté, a quien Matrona se refería cuando hablaba de estas soleares como "los cantes de Triana antiguos, los cantes de Paquirri". Paquirri murió en 1862 antes de la llegada de Silverio de América. Por ello, teniendo en cuenta cómo se han venido desarrollando los estilos flamencos desde el punto de vista musical, habría que pensar en que los primeros estilos cantados de soleares fueran más recortados y menos "apolaos", menos elaborados, más rítmicos: aire de jaleo como decía Demófilo y por ello se debieron enriquecer después. Quizás lo hiciera Silverio, porque las fuentes orales apuntan a él como principal creador de estilos apolaos. Entonces habría que pensar en la atribución a Paquirri de un patrón de soleá anterior (las cantadas por Aurelio de Cádiz), de corte menos virtuoso, y también de las letras cantadas. Habrá que seguir investigando. Un saludo
ResponderEliminarHola Guillermo, bienvenido al Callejón, todo un honor para mi.
EliminarEs cierto lo que dices con respecto a la 'creencia' de muchos. Este cante hasta que no lo pilló un flamenco, no entró en el saco de lo jondo. ¿Cual flamenco?, pues no lo sé, pero sí sabía que a esta soleá se le apellidó Petenera y creo que en base a lo expuesto, ya sabemos por qué.
Con respecto a las fuentes orales, en este caso concreto, apuntaban a dos direcciones, por un lado, las de Pericón (id. Marchena) via Chiclanita que las denominó Peteneras, así como el de la Matrona y por otro lado a Silverio. Si te fijas, es solo Pericón el que canta como S.P. los dos estilos, a diferencia de Marchena y La Matrona que solo hacen uno.
En cuanto a la génesis de esta amplia gama de soleares, habría que estudiarlo con detenimento, porque amén de las de Paquirri, también nos encontramos con las del Fillo, fallecido según Vazquez Morillas en 1852. Estas sin embargo, pienso que son de finales del siglo XIX. Es decir, cada estilo tuvo un año diferente de nacimiento, como los hijos, que en algunos casos se llevan hasta veintitantos años de diferencia.
Muy interesante cuando dices aquello "menos apolao y más rítmicos, con aire de jaleo". Totalmente de acuerdo, máxime cuando este cante, según las noticias que manejamos, nació para ser bailado.
Hay que seguir investigando y sobre todo, vosotros los musicólogos con vuestro impagable trabajo.
Un fuerte abrazo y gracias por tus siempre exquisitas colaboraciones.
Hola Antonio:
ResponderEliminarEs interesantísima esta entrada sobre la fascinante y hermosa soleá-petenera. Y lo que aclara cantando nuestro amigo Faustino el galleditano es fundamental. Estamos acostumbrados –y yo también– a clasificar los cantes por zonas cantaoras. Como todos los métodos de clasificación, a veces funciona y a veces no. Pienso que Silverio hubo de ser el primer (gran) cantaor “no local” y “sí universal”. Los que había en su época retomaban los cantes que había en sus zonas de origen y los reelaboraban con mayor o menor talento. Silverio hacía eso mismo pero con todas (o al menos muchas) zonas cantaoras. Creo desde hace tiempo que la localización de esos estilos de soleares en Triana, que hicimos Luis y yo hace 20 años el libro “Antonio Mairena en el mundo de la siguiriya y la soleá”, no se ajusta a la realidad. Hubo de haber un germen en Cádiz que Silverio expandió a diversas zonas y que se aclimataron de forma distinta en varios lugares. Por decirlo de una manera gráfica Silverio regó de soleares diversas zonas de Andalucía. En Triana quedaron como germen de soleares que luego interpretaron los cantaores de la Cava de los Civiles; en Cádiz Paquirri pudo retomar la herencia de esa antigua levadura (lo que llamamos hoy “soleares apolás”); el jerezano afincado en Málaga desde principios del XX Rafael el Moreno las reelaboró allí; pasó algo similar en Granada con Pepe el de Jun, por un lado, y Cobitos por otro, este último divulgador de las soleares “silverianas” del Portugués. Todos ellos fueron imprimiendo aromas distintos a un vino que venía de una misma madre.
Sobre la muletilla “soleá y vía mía” que hace Marchena en la soleá-petenera recordemos que algunas similares (“¡Soleá, y más soleá!”; “¡Soleá, triste de mí!”; “Soleá!, ¡ay, ¡ay!, ¡ay!) aparecen en el apartado de peteneras en su libro de 1881 “Colección de cantes flamencos”. Ahí dice Machado que las peteneras se pusieron de moda en Sevilla en 1879, justo dos años después de cuando se edita la zarzuela “Los Madriles” en la que se canta la petenera.
Una interpretación extraordinaria de los dos estilos de soleá que se citan en este blog es la de Antonio el Chaqueta. Quien hace un rebujo de sitios también en la soleá-petenera, en una gama de soleares de Rafael el Moreno, es Diego el Perote (1884-1980), cantaor nada dado a variar lo aprendido: “En La Habana hice una muerte / La Puebla me sentenció / La Habana dice que muera / y Veracruz de que no”.
Abrazos
Ramón Soler
Hola amigo Ramón, otro gran honor para mi, máxime porque sabes que te tengo un aprecio muy especial y una admiración tremenda, tanto a ti como a tu tío Luís.
EliminarSi no llegais a escribir el libro de Mairena, no nos enteramos de la misa 'la mitad'. Así de rotundo. ¡Claro que no hay método perfecto!, pero es que a partir de vuestro trabajo, se puede iniciar con mayor facilidad un análisis.
Como sabes, yo no tengo nada contra Silverio, que debió ser el number one de su tiempo por los datos que manejamos. Pero no debemos descartar a otros grandes maestros de su tiempo.
Esta modalidad de soleá, tiene toda la pinta de ser reelaborada, por los datos tan estupendo que añades, a partir del año en que se puso de moda en Sevilla y que debió ser fatídico (casi como ahora):
'Del año de las peteneras
nos tenemos que acordar,
que anduvo pura y limpia
en el canasto del pan.'
Alguién hubo con posterioridad que cultivó este cante, que añadió a 'La Puebla' y de ahí debe venir todo el galimatías de sitios americanos.
Un millón de gracias por tu entrada al Callejón. Te quiero Ramón. (sin plumas ¡eh! :)
Lo del 'galleditano' es extraordinario. Otro pedazo de fichaje para el estudio del flamenco.
EliminarAntonio, no creo que sea baladí reseñar que varios de los intérpretes de Soleá Petenera que expones (Pericón, Matrona, Gallina) trabajaron juntos en el madrileño tablao Zambra en los años 50-60, donde posiblemente hubo influencias mútuas. De hecho, Juan Varea, quien también formó parte del elenco, tiene grabado un polo en 1967 donde utiliza como cierre una soleá que tiene musicalmente algunas coincidencias con las Soleás Peteneras de sus compañeros de tablas.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=J3_llxYfVOA
Hola Monte, tus aportaciones son siempre extraordinarias y nunca baladíes (o como se escriba :). ¡Claro! en ese mítico Tablao encerró a los Catedráticos del Cante de entonces. Es lógico pensar en las influencias mutuas. Madrid y también Triana, fueron las grandes cacerolas donde se coció y enriqueció gran parte del patrimonio flamenco. Por lo menos, esa es mi creencia.
ResponderEliminar¡Que buen cantaor Varea! y que bonita esa soleá de cierre, muy emparentada a la Petenera.
Un fuerte abrazo Mostro.
Gracias Roqui por el trabajo tan interesante que has querido compartir.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a ti por leerme. Un fuerte abrazo amigo José.
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