jueves, 29 de noviembre de 2012

José Capinetti: 'Un maestro de la sonanta'

José Capinetti (foto inédita)


Todavía resuena su nombre entre los aficionados más longevos de esta Ciudad, pese a que en diciembre de este año se cumple el sexagésimo aniversario de su fallecimiento.

La información que disponíamos de este artista, era muy dispersa y aún escasa, pues la creencia general fue que Capinetti solo desarrolló su magisterio en la Tacita de Plata, junto al también maestro flamenco Aurelio Sellé, cuando en realidad, este tocaor fue muy apreciado fuera de Andalucía.

A este renombrado guitarrista, ya le dedicó el tristemente fallecido flamencólogo y pintor isleño, Salvador Aleu Suazo, un capítulo en su libro “Flamencos de La Isla en el recuerdo" (San Fernando, 1991). Entre otra porción de noticias, nos cuenta que nuestro biografiado nació en la calle Bravo nº 11 de San Fernando el día 14 de agosto de 1878 . Era hijo de José Capinetti Padilla y de Eloisa Rodríguez García. En su juventud se dedicó al trabajo de “mandadero” en los barcos de la Sal, que arribaban en el muelle Zaporito de San Fernando. Con apenas 22 años se traslada a vivir a Cádiz y es aquí donde se hace profesional de la guitarra y en donde el toque de ese instrumento se convierte en su “modus vivendi”.
Partida bautismo José Capinetti. (Salvador Aleu)
Capinetti vivió casi cincuenta años -junto a su mujer María López Almagro- en la calle Arbolí nº 29 -2º. En los padrones consultados la profesión que ejercía era la de ‘artista’ y profesor de guitarra. Es decir, Capinetti vivió en exclusividad de su arte, al igual que su maestro Manuel Pérez ‘El Pollo” al cual ya le dediqué un detallado artículo que se puede consultar en este blog.

El Chato de la Isla en el libro escrito por Salvador Aleu ("El Chato de la Isla, entre la vida y el cante". Imprenta La Isla 1995) nos señalaba lo siguiente:

"José Capinetti era un hombre muy formá, siempre serio. En su tiempo era el más destacado de los tocaores de por aquí. Y la prueba está en que le tocaba a Aurelio en casi toas las ocasiones que er maestro cantaba.

Y esto es aparte... A mí me gustaría que las personas que piensan que er flamenco no es una cosa seria hubieran conocido a estos dos hombres, porque no cabía formalidá más grande. Y, conste, que no eran los únicos, que como Aurelio y Capineti, con señorío y fundamento, había mucha más gente. M´estoy refiriendo a los artistas. Lo que pasaba que como ellos eran mayores pues esas cualidades sobresalían más que en los que comenzábamos".


Capinetti era muy amigo de otro gran guitarrista gaditano que fue alumno suyo, Juan Díaz "El Rubio", barbero de profesión, que regentaba una barbería en la calle de la Rosa. Allí paraban casi todos los flamencos, salvo Aurelio Sellé al cual no le gustaba las "tertulias peluqueras" conforme a la declaración de mi amigo  Alfonso de la Rimada, que fue a su vez, alumno del Rubio. Entre los usuales tertulianos se encontraban -amén de nuestro biografiado-, los hijos de Enrique El Mellizo, José Sariot "Chiclanita", Ignacio Espeleta, el Peste,  el Troni, etc...

 Considerado discípulo y continuador de la escuela del Maestro Patiño, vía Manuel Perez “El Pollo”, alternó con todos los artistas de Cádiz de la primera mitad del siglo XX, siendo el tocaor preferido de muchos cantaores, entre ellos Aurelio Sellé, del que fue su acompañante habitual en sus últimos años.

También ejerció de profesor de guitarra aunque las clases las impartía con cuentagotas. Uno de ellos, -pero por poco tiempo- fue Eugenio Salas 'El Niño de los Rizos', pero quizás -el más avezado de todos- fuera el canario ‘Félix de Utrera’, que se encontraba realizando como voluntario el servicio militar en Cádiz por aquellos años, cuando apenas tenía 17 años de edad..


 Según el veterano cantaor Paco del Solano, al cual acompañó en algunas ocasiones, “Capinetti era un guitarrista muy celoso en su toque. Destacaba sobre todo por su mano izquierda, pues Capinetti, hacía sonar las cuerdas con los pulgares de dicha mano, amén de con la derecha”. Esta técnica, conocida como 'vibrato' consiste en oscilar una cuerda mientras hacemos sonar una nota, consiguiendo un alargue de la misma que la dota de espectacularidad. Según Paco, “Capinetti te enseñaba las posturas en la guitarra, pero no como pulsaba las cuerdas. Ahí era diferente a todos.”

Para Pericón, "Capinetti era un tocaor que había en Cádiz que tocaba por soleá como yo no h´escuchao a nadie, con un aire suyo y unas cosas...... y luego cantaba con voz de falsete que daba miedo, la malagueña doble del Mellizo l´hacía de una forma preciosa y emocionada oírlo con aquella voz y el sentimiento que ponía".

En el audio que abajo inserto de principios de los años 60 (descartes de Los Archivos de Vergara), donde canta Juan Torres Tejada 'Mogiganga' (hermano de 'Curro la Gamba,' marido de 'La Perla de Cádiz') con la guitarra del Rizos, este sigue a su maestro Capinetti, según me declaró 'Paco del Solano' cuando la escuchó.


Soleá de Antonio 'El Mellizo'

El guitarrista y compositor jerazano Gerardo Nuñez, le dedicó los siguientes Tanguillos, en su conocido disco 'Flamencos en Nueva York'.


El Cante también fue una de sus grandes facetas y en donde demostraba –como no podía ser de otra forma- un gran conocimiento del mismo. En tal sentido y conforme a las declaraciones recogidas por José María Rodríguez Grande en su artículo "Manuel Morao: 24 kilates" publicado en la revista "Candil" nº 132. (Peña Flamenca de Jaén, 2001. También recogido por J. M. Gamboa en su libro "Sernita de Jerez. Vamos a acordarnos: La memoria cabal de su casta”) se ha de destacar las declaraciones de este grandísimo guitarrista jerezano:

Dice Manuel Morao:

"Capinetti era el que conocía verdaderamente la malagueña del Mellizo. Y como los artistas como nosotros, que hemos vivido aquella época, lo único que sabemos es de cante, pues hablamos de nuestra música como aficionados, y decía Capinetti que Aurelio adaptó la malagueña del Mellizo a sus facultades. Aurelio no era un hombre que tuviera grandes facultades y al adaptarla hizo un cante de malagueña con la música de Enrique el Mellizo que resulta muy bien pero que era otra cosa. Capinetti que también conocía la malagueña grande del Mellizo, nos la tatareaba a nosotros (...) Aurelio hizo esa malagueña más chica porque no podía con ella. Por eso te digo que el que nos enseñó a nosotros la verdadera malagueña grande de El Mellizo fue Capinetti, que lo conoció, como también conoció a Antonio el Mellizo y a El Morcilla, a Paquirri el Guanté... porque todos eran de la misma generación"

La Malagueña del Mellizo que cantaba ‘El Sernita de Jerez’ y que a mi particularmente me parece una obra de arte, fue enseñada por Capinetti a este gran cantaor.









Jose M. Gamboa además recoge también lo escrito por Augusto Butler 'Máximo Andaluz' "Cantaba con muy poca voz pero con magnífico estilo todos los cantes antiguos de los grandes maestros gaditanos".

Fernando Quiñones (“De Cádiz y sus Cantes”) lo describía de la siguiente forma:

" …/… gustaba de los motivos ornamentales «largos» y poderosos, de la elocuencia del instrumento, y ligaba o encadenaba sus variaciones, llevando el papel de la guitarra a un plano con tanta voluntad de realce como la del cantaor mismo, a quien no se conformaba con servir a secas. Capinetti tocó por alegrías en la vivaz «manera» de caracoles con que la mayoría de los guitarristas las ejecutan hoy, y fue acompañante de Aurelio Sellé durante varias décadas."

Juan de Dios Pareja Obregón declaraba en el ABC de Sevilla de fecha 11 07 1970, lo siguiente:

"Por todo Cádiz, artistas excepcionales: En "La Privadilla", despertaba la guitarra con Capinetti, llevando de la prima al bordón los lamentos más agudos del toque flamenco, y el guitarrista, con el sentir de la tierra sin contornos, sabía llevar hasta el corazón de Aurelio el compás, el acompañamiento, la ternura y la amistad que brotaban de sus arpegios. En torno a su guitarra se reunían en la "Privadilla" los mejores flamencos de aquel tiempo: Enrique 'El Morcilla' (hijo del Mellizo), 'El Troni', 'Chiclanita', 'Antonio el Mellizo', 'El Pollo' y un chiquillo llamado 'Pericón' que escuchaba la soleá de Aurelio con verdadera emoción.”


 En cuanto a noticias de prensa relativas a este guitarrista hemos de destacar las siguientes:

Madrid:


En 1914 y en Madrid, acompaña al célebre cantaor 'El Mochuelo', siendo pareja de acompañamiento del guitarrista Joaquín Rodríguez 'El hijo del Ciego'.


 Cádiz:
 
En 1922 acompaña a la cantaora jerezana 'Luisa Requejo' en el Kursaal Gaditano y en el Restaurante Vista Hermosa tal como nos cuenta en la Hoja del Lunes de 05 08 1974 el escritor Ricardo Moreno.

DIARIO DE CADIZ 05 12 1924

“… el espectáculo de cante y baile jondo que estrenó anoche Dora La Cordobesita, en el Teatro Principal de Cádiz, constituyó un completo éxito, pese a que, por hallarse indispuesto, no pudo actuar el cantaor gaditano Aurelio Sellés. Destacó la magnífica actuación del tocaor de guitarra Capineti,”

Al año siguiente actuó junto a Antonio El Mellizo, en la inauguración del establecimiento 'Los Gallos', situado en la Plaza de la Cruz Verde.

Venta 'La Palma' (Cádiz)
Jeréz:

En 1930 actuó con Aurelio Sellé y las máximas figuras de la época, caso de Manuel Torre, Isabelita de Jerez, Pepe Durán 'El Tordo' (marido de Isabelita), Rosa Durán (hija de ambos), Perico el del Lunar, Javier Molina, Luisita Requejo, La Pompi, el Niño Gloria, etc...  en una grandiosa fiesta que organizó D. Juan Pedro Domecq en su finca "El Majuelo" al objeto de celebrar el segundo centenario de la casa Domecq.

Córdoba:

El 6 y 7 de mayo de 1939 participa como guitarrista en la Comedia arrevistada 'Plata y Bronce' (Pérez Ortíz y José Pancho). Obra estrenada en el Teatro cordobés 'Duque de Rivas'. Entre los partipantes en la revista, nos encontramos a Carmen la Gitana y Paco Senra como bailaores y a los cantaores 'Niño de Fregenal' y 'Niño Medina'.

Cádiz:

En 1940, formó parte del espectáculo teatral ‘Solera de Cádiz’, estampa de sainete original de Rafael García y cuya dirección artística estuvo a cargo de Joaquín Quintero, encarnando el papel de "Don Antonio".

En el mismo año, lo localizamos actuando en la Velada de los Ángeles acompañando a Pericón:


En el verano de 1945 se celebró una fiesta típica gaditana organizada en el Hotel Atlántico por el Ayuntamiento, en honor de la tripulación del buque-escuela argentino que arribó Cádiz días antes.

La Revista 'Brisas' recogía lo siguiente:

'Mucho aplaudieron los argentinos las exhibiciones de cante y baile que hicieron, en su honor, reputados artistas flamencos de la localidad, participando los cantadores 'El Canario' y 'El Melu', el bailaor 'El Chino' y las bailadoras Felisa Carmen Montoya y la 'Niña de Cera', así como los tocadores de guitarra, Capineti y Carrasco.

Su última actuación pública de la cual tenemos constancia fue en la celebración del primer Concurso Nacional de Cante por Alegrías, hecho que tuvo lugar los días 21 al 23 Agosto de 1952 y en donde el cantaor Manolo Vargas obtuvo el primer premio dotado con 10.000 pesetas. . Capinetti, junto a Rafael de Jeréz  'El Lápiz', Antonio de Ávila y Antonio Carrasco 'Botita', fueron los guitarristas oficiales del Concurso.


Capinetti falleció el 10 de diciembre de 1952. Al día siguiente El Diario de Cádiz publicaba el siguiente obituario:

NECROLOGICAS

"En la tarde de ayer a las cuatro, tuvo lugar el triste acto de conducir a su última morada, el cadáver del que fue nuestro estimado convecino, don José Capinetti Rodríguez, veterano y bien conocido artista de la guitarra, que gozaba de general estimación y aprecio, por sus modestas cualidades y por la popularidad que con su difícil arte había conquistado, no solo en Cádiz, sino fuera de nuestra región, en que era asimismo conocidísimo.

Capinetti venía sufriendo aguda y penosa dolencia que ahora le ha llevado al sepulcro, habiendo constituido su muerte una sentida muestra de pesar, que se puso bien de manifiesto en el acto del sepelio, al que concurrieron numerosas personas de sus amistades y relaciones.

En la fúnebre comitiva figuraban la cruz y el clero de la parroquia de Santa Cruz, integrando el duelo, entre otras personas don Ramón Grosso, don Emilio Margalef, don Rafael Salvia, don Pedro Ramírez, don Manuel Lozano, don Juan Manuel Aragón, don Aurelio Sellé, don Manuel Hevía y don Manuel Sepúlveda.

A su viuda doña María López Almagro, hermanos y demás familiares, enviamos el testimonio de nuestra condolencia.”


Antonio Barberán.-

11 comentarios :

  1. Ole Antonio. Qué buen semblante y qué gran figura. Si el toque era como el que hace El Rizos debió ser el Uno, semiolvidado, pero el Uno. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. :) Hola Faustino, gracias por comentar. Desde luego, tuvo que ser un extraordinario guitarrista. Es una verdadera pena que no exista nada grabado de él. Bueno..... puede haber algo, porque el primer concurso de cante por Alegrías (1952) lo grabó Radio Nacional de España. Seguro que nuestro amigo Gamboa, conoce algo del tema.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Muy buen artículo, Antonio, pa mojar pan y rebañar…
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  4. Magnífica semblanza en el 60 aniversario de la muerte del tocaor. Mal año fue aquel pues se fue también Tomás Pavón.
    Como anécdota recordar que en Almería hay un tocaor aficionado que empezaron a llamar Capinetti en la Peña el Taranto y así lo siguen llamando.
    Un fuerte abrazo

    Ramón Soler

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias amigo Ramón, se hace lo que se puede. Capinetti es uno de tantos artistas, que pasaron inadvertidos y que a buen seguro han aportado a este arte mucho más de lo que pensamos. Es curioso como en Almería se le denomina con su nombre a un buen guitarrista de aquella tierra. Capinetti tenía un sobrino que también tañe la guitarra, de él apenas tengo datos.

      Un fuerte abrazo

      Eliminar
  5. Magnífica recopilación sobre Capinetti, Antonio (la fotografía es preciosa. ¿Dónde la has obtenido?). Comparto contigo y tus lectores una entrevista que sobre él localicé, publicada en el periódico La Voz del Sur, en la edición de la Nochebuena de 1951. Hay varias respuestas interesantes, por parte del inmenso artista, que está atravesando una mala situación económica. En sus contestaciones le da un tirón de orejas a la vanidad de Pepe Marchena; habla de su formación autodidacta (lo cual le aleja, en parte, de Patiño) y no duda en señalar a su mejor discípulo ¿será éste Baldomero Vargas el mismo tocaor que Pericón nos cuenta en sus mil y una historias?; estoy convencido que sí. Conviene recordar también aquí su participación en los coros carnavalescos de principios de siglo XX, entre otros: "Las banderas" y "Los portamonedas".
    “El Niño de los Rizos" me contaba que Capinetti (del que, como bien dices, sólo recibió una clase), siempre le reprochaba que estaba tardando mucho en recibir sus enseñanzas: "¿Eugenio, cuándo va a venir?; ¡cuando vengas ya me habré muerto...!"
    (en comentario aparte te transcribo la entrevista)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola figura, gracias por tu comentario y por ilustrarnos con la entrevista de 1951, que como te comenté, la pondremos en el lugar que se merece tan buen hallazgo.

      La foto la recibí hace años por parte de su familia. Mas concretamente me la regaló un sobrino nieto de Capinetti que vive en Cádiz y nació en el Barrio de Santa María.

      Ciertamente El Rizos recibió pocas clases de él, pero 'mangar' sí que le mango cosas de su toque obviamente, pues así él me lo hizo saber una mañana en la Taberna 'La bombilla' donde -como sabes- solía frecuentar por la mañana.

      Es curiosísimo como con 72 años regresaba de Madrid. ¿Le grabarían quizás?. Es una pena que no se conserve nada de este grandísimo maestro de la sonanta.

      Con respecto a la guitarra de Capinetti, de la cual ahora no tengo datos, sé que la tiene (o la tenía) un prestigioso médico de Cádiz. Fallecido Capinetti, Aurelio fue a su casa, acordó con la mujer de él y esta le hizo entrega del instrumento, que Aurelio a su vez entregó al médico gaditano.

      Lo de Montoya con él, genial de todas a todas.

      Muchas gracias por entrar amigo Javier, tan pronto me mandes la entrevista te la publico en este tu Callejón.

      Un abrazo salino.

      Eliminar
  6. ENTREVISTA (parte 1)
    La Voz del Sur, 24 de diciembre de 1951

    "Hace unos días ha regresado de Madrid el maestro de la guitarra José Capinetti. Esto por sí sólo es una buena noticia, pero para nuestra curiosidad -curiosidad de periodista-, no es suficiente; vamos a charlar con él en un bar de mucho rumbo y cante de Cádiz. En la "Privadilla".
    Sorprendemos al maestro en un reservado cuando está haciendo un estudio, y entre copas de vino, coplas, y sones de guitarra que nos llegan de fuera, transcurre la conversación.

    - ¿Dónde nació usted, Capinetti?
    - Soy de San Fernando, pero he vivido siempre en esta bendita tierra de Cádiz.

    - ¿Edad?
    - 73 bien cumplíos.

    - ¿Para qué personajes célebres ha tocado usted?
    - Han sido muchos, muchos, pero yo tengo muy mala memoria y no me acuerdo de todos. Entre ellos he tocado para don Miguel Primo de Rivera, que era un flamenco de los buenos y no digamos nada de Don Jacinto Benavente.

    - ¿Cómo, a don Jacinto le gusta el flamenco?
    - ¿Que si le gusta...? ¡Usted qué sabe, hombre! le gusta más que a los niños la leche!

    - ¿Desde cuándo toca usted?
    - Desde pequeño, pero para el público, desde los 22 años.

    - ¿Cómo se inició en el arte?
    - Cuando mi madre me compró una guitarra, me gustaba mucho, tenía mucha afición, pero al poco tiempo me aburría y la vendía. No tuve nunca ningún profesor, aprendí con mi propio esfuerzo a tocarla. Entonces una guitarra valía dos o tres duros y la primera verdaderamente buena que tuve, me costó 50 reales.

    - ¿La primera salida importante de Cádiz?
    - A Madrid en 1910. Llegué con 8 o 9 pesetas. Pasé muchas calamidades, pero con el tiempo logré triunfar.

    - ¿Ganó mucho?
    - Por aquellos tiempos ganaba 15 o 20 duros diarios, pero nunca pensé ponerme rico con el arte y ahora, ya me ve usted, que no valgo para nada, y arruinado. Me tuve que venir de Madrid porque la vida está muy cara y gastaba más que ganaba.

    - ¿La mejor época?
    - Por el año 1923, entonces había afición con "parné" y ahora la hay pero sin él.

    - ¿Qué me dice del arte?
    - Que la época de hoy es muy diferente a la de ayer, pero se ve cada cosa... Carmen Amaya es una cosa muy seria, y sin embargo Marchena se está echando a perder con esos cantes tontos, y es una lástima porque Marchena sabe cantar. Lo que no le perdono es lo que dijo en el Falla un día: "Voy a cantar una alegría, porque soy el mejor cantaó de todos los tiempos". ¡Qué sabrá él! Si pa cantá alegrías en Cádiz hay que pedirle permiso al público.

    - ¿La ciudad más entendida en flamenco?
    - Cádiz, Sevilla y Jerez; pero no he visto público más aficionado en ningún otro sitio que en Madrid.

    - ¿Una anécdota?
    - Por el año veintitantos en Madrid, tuve a Montoya tres noches seguidas escuchándome tocar en "Los Gabrieles", hasta que la última noche nos echaron a la calle.

    - ¿...?
    - Sí, porque era el único cuarto reservado que había y los parroquianos se marchaban por tenerlo nosotros ocupado.

    - ¿Su mejor alumno?
    - Baldomero Vargas

    - Y Capinetti nos sigue contando cosas de su vida muy interesante y hasta nos da algunas lecciones del buen tocar.

    - Ésta guitarra -nos dice por último- el que la quiera tiene que dar por ella 5.000 duros.. (...)"

    ResponderEliminar
  7. ENTREVISTA (parte 2)
    La Voz del Sur, 24 de diciembre de 1951

    "(...) La brevedad periodística, nos imposibilita ser más extensos, pero no obstante, vamos a lanzar una idea inspirada por algunos aficionados y admiradores de Capinetti. Por Cádiz no ha pasado ninguna persona célebre sin oír a Capinetti. Capinetti ha sido siempre el alma de las más grandes fiestas flamencas; hora es ya por lo tanto de que a este mago de la guitarra le sea dado un homenaje como merece. Muchos de sus amigos y admiradores a los que hemos interrogado a este respecto, están de acuerdo sobre ello.

    Solamente falta el cerebro que se decida y dirija este acto hasta su realización. Este homenaje debería ser enfocado en un sentido que cubra tanto las necesidades espirituales como las materiales, puesto que ambas son el complemento con que debe pagarse, aunque sea de una forma insignificante, la gran deuda que el arte flamenco tiene con Capinetti.

    No dudamos que esta idea será bien acogida en nombre de lo que Capinetti fue, es y sería en este ambiente, tan andaluz, tan nuestro, y con el que se representa a España en el mundo entero, cuando una guitarra canta, ríe o llora en unas manos magistrales que le dan vida y comunican al mundo sus sentimientos.

    Y ya lo saben: ¡A por un homenaje a Capinetti!

    J. SÁNCHEZ ANES"

    ResponderEliminar
  8. Último dato. La entrevista está ilustrada con una fotografía de Capinetti tocando (con gafas de vista), en cuyo pie de foto dice:

    "Aquí tenemos al maestro Capinetti en pleno trabajo, cuando empieza a arrancar a su guitarra, esas notas que unas veces alegran y otras hacen llorar, según requiera "el cante".

    Otrosí: Absolutamente revelador las tres noches seguidas que el maestro Montoya pasa escuchando (y "mangando", gerundio en su acepción gaditana) los trémolos y arpegios de José. Eso se llama cadena de trasmisión...

    ResponderEliminar