EL PRINCIPE Y EL ARTISTA
(Publicado en “La Voz de Cádiz” el 29-09-2008- Antonio Barberán Reviriego.-)
Anécdotas de flamencos gaditanos ante la realeza, conocíamos algunas; la de Aurelio Sellé, cuando cantó en la fausta coronación de la Reina Isabel II de Inglaterra en junio de 1953; la del célebre flamenco Diego Antúnez,- abuelo del Piti-, que fue el oficioso proveedor de chistes del Rey Alfonso XIII, o inclusive la de Servando “Chiquito de Cádiz”, cuando en la inauguración del Centro Municipal Flamenco La Merced, “preso de nervios” llamó a su majestad la Reina, “Sofía…… Loren”.
Pero quizás, el primer cantaor
gaditano, que actuó para algún miembro de una Casa Real, fuera Enrique Jiménez “El Mellizo”, el cual cantó el
día 27 de julio de 1901, conjuntamente con un cuadro flamenco gaditano -aún
desconocido-, para el Príncipe Enrique de Prusia, Almirante de la escuadra
naval alemana en Oriente y hermano menor
del entonces Emperador Alemán Guillermo II de Alemania.
La anécdota
más que flamenca, que lo es y mucha, no deja de tener ciertos tintes de
tragicomedia, y sí no observen lo publicado en el periódico madrileño “El
Imparcial” del día 30 del día señalado, artículo firmado por “Peña” periodista gaditano
corresponsal del noticiero citado, titulado “Juerga flamenca a bordo del barco almirante de la escuadra alemana.-
Curiosas escenas.”, del cual iré insertando párrafos entrecomillados.
En
dicho artículo nos cuenta que fondeado en la costa gaditana se encontraba una
escuadra alemana de 3.200 hombres, comandada por el Príncipe Enrique de Prusia.
De entre los barcos que componía la citada escuadra, el barco almirante era el acorazado,
“Fried der Grosse”, donde navegaba el Príncipe real prusiano.
“Respondiendo
al deseo de los tripulantes de asistir a una fiesta típica andaluza, organizose
una juerga flamenca que debía verificarse a bordo del buque almirante.”
PICARESCA PARA ENTRAR
Los
periodistas de Cádiz, sabían que era
prácticamente imposible obtener permiso para cubrir la escena dentro del barco,
“dada la rigidez de las prácticas de a
bordo”. Pero el ingenio gaditano es mucho y D. Miguel Rey, redactor del
“Heraldo de Cádiz” se hizo pasar por “flamenco” y acompañado por la comitiva,
formada por tocaores, bailaores y cantaores “de lo más escogido y selecto”, llegaron en falúa de vapor, al Fried der Grosse, donde desembarcaron. Gracias a su ingenio, conocemos hoy la
presente noticia.
“- ¡Ole!- gritaban los `”cañís” desde la falúa que ocupaban, saludando
al hermano del emperador de Alemania”.
Se
colocaron en la toldilla de popa, la cual estaba iluminada por un potente foco
eléctrico y dispuesta para el espectáculo, mientras la marinería alemana
abarrotaba los entrepuentes del barco, expectantes por la actuación.
“Mezclábanse los ¡oles! de los flamencos con los ¡hoc, hoc! de los
alemanes. Se bailó, se tocó y se cantó y se sirvió cerveza, que era bebida con
gestos de cómico desagrado por los cañís, que hubieran preferido, sin duda,
unos cuantos chatos de manzanilla clásica.”
En
pleno apogeo festero, los pitos de los contramaestres, anunciaron la hora de la
comida en el comedor de la oficialidad y “los
flamencos fueron invitados con la fórmula:
-
Vamos a
tomar té. Uno de ellos excusóse diciendo:
-
No
estoy enfermo.”
Tiene
“guasa” la cosa ………… gaditana por cierto.
“El lunch espléndido al estilo
alemán, con sus patatas cocidas, su carne fría en gelatina, su manteca de
Flandes, la cerveza negra, el te y cognac exquisitos. Este licor fue el
favorito de los cañís. Se descorcharon y consumieron no pocas botellas”
Los
oficiales alemanes reían a mandíbula partida, ante las ocurrencias de los flamencos,
mientras estas eran traducidas al alemán por el intérprete del barco, el cual
debió pasar fatiguitas dobles para
entenderse con los cabales. Hubo inclusive interpretación de un pasodoble
español a piano por parte de un oficial alemán.
“Seguidamente un gitano, cogiendo una copa de
cerveza, brindó por la <<Fraternía de España y de Alemania>>. Luego
dijo al intérprete: <<Haga osté favó desirles a estos cabayeros mi
brindis>>”
¡Ole!
Viva el arte y la diplomacia; por algo
Lord Byron cuando llegó a esta Ciudad en 1809 le sorprendió sobremanera el
ambiente cultural gaditano. Eran otros tiempos…… obviamente.
FIN DE FIESTA BRUSCO.
Pero a las ocho en punto,
ni un segundo más, un oficial se acercó al cuadro flamenco y ordenó su
conclusión, era la hora del descanso de la tripulación.
“El
Mellizo" interrumpió la malagueña que estaba cantando, el tocador de
guitarra dejó sus dedos en suspenso sobre el más artístico de sus rasgueos,
dejaron de sonar las castañuelas y los ¡oles! y la tropa flamenca se despidió
de sus amables huéspedes.”
El
oficial alemán, no tuvo ni la delicadeza de esperar a que terminara la
Malagueña el genio gaditano, aunque al “jefe de la comitiva” que seguramente
sería Enrique El Mellizo se le hizo entrega de cien pesetas por la contratación
y seguidamente se volvieron en falúa a Cádiz, y hete aquí lo que pasó:
“Tanta alegría tuvo un final trágico.”
BRONCA FINAL
“Los cantadores y tocadores procedieron a
repartir las cien pesetas del regalo en una taberna gaditana, y hubo allí
bronca terrible sobre a quien correspondían más o menos pesetas.
No fue necesario que interviniese la autoridad,
pero faltó poco.
Verdaderamente no se habrá perdido el imperio
alemán por la prodigalidad del regalo”. Afirmaba irónico el texto firmado por el
reportero “Peña”.
Enhorabuena por el blog. Es un placer para los aficionaos leer estas historias.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias Rufo. Te digo igual que Javi..... te contesté pero no se ha quedado guardado en el registro. Bienvenido a tu callejón y me gusta mucho tu blog flamenco. Un abrazo
EliminarPor fin te has decidido a hacer un blog Antonio. ¡¡Mira que te ha costal!!. Lo pongo entre los recomendados del Afinador. Un abrazo
ResponderEliminarOh!! no vi vuestros mensajes. Bienvenidos a vuestra casa. Sí que me ha costado..... jajajaja, amigo Faustino, pero ya fiché por el club bloguero, aunque todavía estoy muy verde en esto. Gracias por recomendar este sitio. Tú si que sabes!!!!!!
ResponderEliminarEnhorabuena Antonio desde las inmediaciones barrieras en las que Santiago Donday y Antonio Álvarez tenían dos fraguas de categoría: una gaché, asesora de Paco Alba en sus "forjaores" y la gitana de Santiago; no sé cuál remachaba mejor...
ResponderEliminarMucha suerte en la red, la cual ya se beneficia de tus hallazgos y del de otros compañeros de la picaera que nos aglutina.
Hola Javi. Te prometo que te he contestado a tu mensaje con anterioridad. Perdona pero todavía no estoy 'mu puesto' en esto y se me van cosas, por eso se ha perdido mi respuesta por estos mares internáuticos. Muchas gracias por tu comentario. Dos fraguas y las dos ultramarinas, gache y gitanos al compás de un martillo.... ¡Casi ná!. Espero verte más a menudo por aquí y recibir siempre tu inestimable ayuda, que será siempre bien recibida, pues tu has sido faro iluminador en materia investigadora del que suscribe y siempre se te aprecia. Y tu que lo que sabes. Un fuerte abrazo carnavalero-flamenco.
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