En 1975, mi amigo Alonso Núñez
'Rancapino' grabó su primer disco de 45 r.p.m. para la casa Columbia con la
guitarra del siempre genial Paco Cepero. La letra de la Alegría que abajo transcribo
fue escrita por el representante de artistas y también cantaor Manuel Portela y
como la misma me viene al pelo, iniciaré la siguiente entrada con su audición.
Las caricaturas de los personajes que se describen las localicé en el Archivo Histórico
Municipal (año 1.888) y el texto que detalla a los mismos, está extraído de aquí.
LA INFORMACION DEL LUNES-CADIZ, 1 de julio de 1957.
RECUERDOS DE ANTAÑO- TIPOS POPULARES DEL CADIZ DEL AYER.
(JUAN J. VINIEGRA)
JUANILLO EL AGUAOR:
"Fue un viejecillo
pequeño de cuerpo, con una cara muy expresiva y unos ojillos saltones que
parecía estaban siempre guiñando o sonriendo; con sus patillas blancas y su
cántaro al hombro. Usaba la clásica barretina encarnada (gorro que usa el
pueblo catalán). Era notable por los pregones que lanzaba para vender su
mercancía. Los chiquillos se paraban delante, en corro, para oírle y para que
les diera anises que llevaba como era costumbre entre los aguadores; sin duda
para endulzar el agua, peor que ahora."
EL CORRALES
"Pero el personaje más
célebre y más digno de estudio, si cabe, era Corrales. Este hombre se dedicaba
a vender décimos de Lotería. Tenía una memoria inverosímil y unas disposiciones
inverosímiles también, para empinar el codo. Su pregón, por lo regular era
"Dos me quedan, dos" ¿Para qué más?. Ya los chicos tomaron para sí
ese pregón, y cuando iba borracho, que era casi siempre, se metían con él y le
decían: '¡Corrales, ladrón, dos me quedan, dos!'
Usaba un báculo que casi
siempre llevaba colgado del antebrazo izquierdo, y ya podían andar listos de
piernas, pues como una jabalina lo lanzaba contra el grupo agresor, en el que
algunas veces hacía blanco. Este hombre, genial, pedía también limosnas y una
de sus visitas, casi periódicas era a mi casa (se refiere obviamente a la casa
de los Viniegra). Vivíamos entonces en plaza de Candelaria número 4, que tiene
un gran patio, y allí se situaba Corrales y empezaba a gritar: '¡Doña Joaquina,
aquí está Corrales para decirle cuales son los santos del mies!' Mi madre,
persona muy piadosa, le socorría algunas veces, y él, sabedor de esta piedad,
creía que el mejor medio de tenerla bien dispuesta, era recitarle el
Calendario. (.../...) Decía mi hombre: 'Hoy le toca al mes de diciembre', y
empezaba: día primero, San Fulano, días dos, Sta. Fulana; día tres, etc. hasta
el día 31, sin marrar. Mis hermanas, cuando oían que Corrales estaba en el
patio, cogían el almanaque y empezaban a recitar el mes que fuera, y estaban
ellas controlándolo a ver si era exacto. Y no lo cogieron nunca una
equivocación. ¿No es una pena que una memoria como esa, no se hubiera empleado
en cosa de más enjundia?.
Mi hermano Salvador, que aún
no había ido a Roma a ponerse bajo la dirección del gran pintor don José
Villegas, pero que ya demostraba sus disposiciones para la pintura, bajó un día
al patio y le dijo a Corrales: ´Estate ahí, unos minutos, que te voy a retratar
y después te vas a tomar un chicotazo a mi salud con las perrillas que te voy a
dar`. E hizo su caricatura, que es casi un retrato, y que aparece en el cuerpo
de este articulejo, en el que he dejado pintado también, aunque con menos arte
que mi hermano llegó a hacerlo, unos cuantos tipos que anduvieron esas calles
hace no pocos años"
CAÑAÑI
"Hubo otro pobrecito
deforme, pues sobre un cuerpecillo enclenque y ridículo se alzaba una cabezota
de dimensiones gigantescas. `Cañañi´, le llamaban; pedía limosnas y también
tenía que vérselas con la chiquetería, tan dada a dejar la caridad en casa
cuando se trata de seguir a un viejo o a un tonto."
El Carnaval de Cádiz, como
notario anual de los acontecimientos cotidianos, recogió en algunas de sus
letras, a mucho de estos personajes, no sin cierta maldad, como se verá, que
debe perdonarse por su carácter jocoso.
CORO DE LOS CRITICONES
BLANCOTES (SOBRE 1888)
(Sin referencias)
Después de grandes tormentos
un cigarro deslié
de los llamados alimentos,
y en el tabaco encontré
dos esportones de estiércol,
el árbol que arrancó el viento
del jardín de la Merced.
Un toro con ocho cuernos,
cuatro pelucas muy grandes,
las botas del GUITARRERO
y la gorra de CAÑAÑE.
COMPARSA LA ANTIGUA ESPAÑA
Autor Guillermo Coello y Alvarez (1898)
Una hermosa cuadrilla
Voy a a contratar
Que en breve la veréis
en Cádiz torear.
Será una cosa de gusto
un toreo por lo fino
en ver grandes matadores
diestros en el arte taurino.
Al público le aseguro
y quedará convencido
que cuadrilla como esta
en el mundo nunca ha habido.
Juanito el tonto
a la suerte de matar
a competencia
con su compare crista.
Y para banderilleros
Mañé, Manolo y la Chata
Y de picador Cañañi
en un caballo de lata.
Irá Muruve
de mulillero
Don Guindo Cerezo lo
contratamos
de puntillero.
Mozos de plaza
Aguilera y Espiocha
que dará el salto de la
garrocha.
Fuente: Blog Letras del Carnaval de Cádiz |
Y como final de esta entrada,
ya que nombramos al Carnaval, me despido hasta la siguiente con unos tanguillos
cantados por Ramón Albarrán “Ramón de Cádiz” del cual ya realizaré una entrada,
-pues fue un cantaor interesante- con la guitarra de Davíd Moreno. El primero
que ejecuta se corresponde con un tango del
Coro ‘Los Calé’ de 1951 (letra de Francisco García Quirós), finalizando
con otro, célebre de Antonio Rodríguez ‘El Tio de la Tiza’ de 1905 que cantaba el coro de
‘Los Anticuarios’.
(Continuará...)
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